El último repaso técnico confirma que Series X ofrece una experiencia sólida, mientras que Series S recibe recortes importantes.
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La llegada de Silent Hill 2 a Xbox ha permitido revisar a fondo cómo se comporta el juego en cada consola. El análisis técnico más reciente deja claro, que las dos máquinas no juegan en la misma liga, y que la experiencia varía considerablemente según el hardware. La versión para Series X, como era de esperar, se mantiene firme y muy cerca de lo visto en otras plataformas, mientras que la edición para Series S adopta una configuración mucho más contenida para conservar la ambientación característica del título.
En la consola más potente de Xbox, el juego funciona con la tranquilidad de saber que hay margen para ofrecer modos de imagen diferenciados y un rendimiento estable. En cambio, el modelo digital y económico de Microsoft tiene que renunciar a varias opciones para garantizar estabilidad, sacrificando elementos visuales y manteniendo un único modo a 30 fps.
Rendimiento y ajustes visuales en Silent Hill 2 en Xbox Series
En Series X:
- En Series X, el juego presenta dos modos que se ajustan bien a la consola. El modo calidad bloquea la imagen en 30 FPS y emplea resolución dinámica entre 1224p y 1512p, con una fluidez estable y variaciones puntuales al atravesar zonas complejas o con efectos intensos. El modo rendimiento, por su parte, apunta a 60 FPS con una resolución que se mueve entre 864p y 1152p, manteniéndose en niveles similares a los de la versión base de PS5. El resultado es una experiencia coherente y que aprovecha con acierto la potencia del sistema.
En Series S:
- Series S, en cambio, se queda con una única opción: modo 30 FPS y resolución fija de 1280×720. No hay escalado dinámico y la reducción de efectos Lumen es evidente. Los reflejos muestran un parpadeo constante y la precisión visual en superficies mojadas o madera desciende de forma notable. También se aprecian recortes en texturas, geometría y teselado, señales claras de que el objetivo es mantener la atmósfera del juego sin comprometer la estabilidad.
Con estas diferencias tan marcadas, la versión de Series X se sitúa como la más recomendable dentro del ecosistema Xbox, mientras que la de Series S busca un equilibrio entre rendimiento y estética. Una disparidad que ya hemos visto en otros lanzamientos, pero que aquí destaca especialmente por la importancia del uso de iluminación y niebla en la experiencia del juego.

