Iron Wood Studios nos invita a reacondicionar un coche para sobrevivir en una realidad en donde nada es lo que parece.
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Por regla general, los juegos de supervivencia, en especial los que se relacionan con vehículos de algún tipo, están siempre entre mis favoritos y desde su salida en PC le había puesto el ojo a Pacific Drive. Un título que se centra en la relación entre el jugador y su vehículo “embrujado” y en un viaje que ocurre en una zona cerrada al público en un sector de los Estados Unidos en la década de los 70.
El jugador se ve atrapado en la zona de exclusión olímpica, un lugar rodeado de sucesos extraños. Junto a otros tres científicos, el jugador deberá acompañar a una narrativa que constantemente va variando entre tonos graciosos y situaciones un tanto más tristes o dramáticas.
Ve haciéndote de una buena llave cruz y de algunos elementos porque necesitaremos toda tu valentía y conocimientos de mecánica adquiridos para sobrevivir a este paseo de cuatro ruedas por las rutas de otras dimensiones muy extrañas. Allá vamos.
Apartado técnico
El aspecto gráfico logra crear una atmósfera de terror casi constante, aunque no sea algo netamente explícito. Por ejemplo, a lo largo del juego van apareciendo maniquíes (denominados turistas) que ni se mueven, pero cuya sola presencia y fisonomía producen una incomodidad constante en su cercanía. Los escenarios por lo general son oscuros o iluminados de forma poco convencional, algo que sumado a las frecuentes lluvias produce un estado de alerta casi constante en la persona que juega.
Por el lado del sonido, el crepitar de la estática de la radio, los ruidos de la propia zona de exclusión y las músicas que se pueden seleccionar en el coche para que acompañen fueron elegidos con total precisión. Particularmente a mí me gustó recorrer los caminos sin música, pero las ocasiones en las que seleccioné distintas melodías también fueron muy gratificantes por los ritmos que propone el juego.
Pacific Drive se encuentra localizado en nuestro idioma y de forma muy correcta, aunque creo que al control de calidad le faltó un golpe de horno, ya que hay varias cadenas de texto que no fueron traducidas e incluso varios ítems y su descripción permanecen en inglés. Eso sí, al no haber jugado a la versión de PC, no sé si esto se trata de un problema exclusivo de la versión de Xbox Series que analicé o es común a todas las plataformas.
Jugabilidad
El juego consiste, básicamente, En realizar viajes a distintos puntos del mapa con el coche. En esas aventuras será necesario recolectar materiales para mejorar el vehículo e incluso sobrevivir dentro de la zona de exclusión. Los mapas, vale destacar, son generados de forma aleatoria, lo que hace que cada viaje se sienta diferente y se añada ese elemento roguelite a la ecuación.
La exploración es clave tanto dentro del vehículo como fuera de él, como así también la gestión del inventario, que desafía constantemente al jugador a priorizar algunos elementos y despedirse de otros, no sin cierta tristeza. Tras conseguir los materiales necesarios habrá que volver a la base, ya sea por medio de la activación de unos portales o regresando a máxima velocidad con el vehículo, si es que este todavía está en condiciones operativas.
Si bien la fórmula del título es sencilla y se limita a lo que se describe más arriba, bajo ningún concepto estamos ante un juego fácil, y esto puede frustrar a los jugadores en un comienzo. Y es que la zona de exclusión está repleta de fenómenos extraños denominados “anomalías” que aparecen en cualquier momento y pueden acabar con el coche y el propio jugador en segundos. Si esto sucede, se vuelve a la base pero con la mayoría de los elementos recogidos perdidos y el coche en ruinas.
Sumada a estas peculiaridades, otra característica que no ayuda a ponerles las cosas fáciles a los jugadores es la imposibilidad de guardar la partida en cualquier momento, sino que es algo que solo se permite en la base y, si bien esta es algo que puede ser bastante común en los roguelites; algunos viajes en Pacific Drive tienen varios minutos y perder el progreso hecho por algún problema del propio software, puede resultar muy frustrante.
Por suerte, los elementos se pueden ir utilizando para aumentar la resistencia y mejorar muchas características del auto para que sea más tolerante a impactos o simplemente para que no se vea afectado por descargas eléctricas de algún tipo. Las mejoras también se aprecian en lo visual, ya que el vehículo se puede ir pintando a medida que se consigan elementos e incluso se puede adornar con pegatinas varias que van apareciendo en los viajes.
Todo lo que refiere a la creación de partes no se diferencia de otros juegos de este mismo estilo, es decir, se necesitarán ciertas materias primas para crear un elemento y de esos elementos derivarán otras posibles fabricaciones. Algunos ítems son más fáciles de conseguir y otros requerirán búsquedas específicas en ciertos sectores y hasta un gran aporte de suerte. Para habilitar otras construcciones será necesario visitar una máquina específica en la base y que, lamentablemente, tiene una cantidad de menús muy amplia y cuya navegación se vuelve más que engorrosa; más si se tiene en cuenta que todo tiene una estética de los años 70 lo que no se hace muy amistoso a la vista aunque sí le suma puntos a la inmersión.
Una de las cosas que más me llamó la atención es que la gente de Iron Wood Studios prestó atención e hizo especial énfasis a pequeños detalles; por ejemplo, que para arrancar el coche sea necesario girar la llave, o que un punto importante sea poner el freno al detenerse o recordar apagar los faros para que no se consuma de manera innecesaria la batería.
Duración
Terminar las misiones principales del juego base puede llevarte no menos de 30 horas, por lo que estamos hablando de un juego que te brinda muchísimo contenido por un precio que no supera los 30 euros en la mayoría de los mercados. Si a eso le sumas los DLCs que expanden el territorio en donde transcurre la aventura, estamos hablando de casi el doble de ese tiempo, una verdadera bestialidad que vale la pena en cada minuto.
Conclusión
Pacific Drive es una propuesta de mundo abierto con muchísimos elementos más que interesantes de otras producciones y géneros. El título llegó a Xbox Series directamente añadiéndose al catálogo de Game Pass; con la última versión del juego que coincide con la salida del DLC Whispers in the Woods, un añadido que lleva al jugador a otra parte de la zona de exclusión donde una secta tendrá el protagonismo de la historia y en donde se incorporan elementos que generan ventajas y maldiciones.
Si te gustan los juegos de supervivencia y los coches, este es un juego que ni tienes que pensar en probar, deberías hacerlo ya mismo, aunque te advierto que puede ser un poco frustrante al principio, sin que esto signifique que no te enganchará. Muy por el contrario.
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Aspecto técnico80/100
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Jugabilidad80/100
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Duración85/100
Lo bueno
- La premisa del juego es por demás original
- La atmosfera que produce
- Las vastas posibilidades de mejorar del coche
Lo malo
- Puede resultar bastante difícil al pricipio
- Debería permitir guardar partida en distintos puntos
- Me hubiese gustado poder disponer de varios coches diferentes








