Análisis de Little Nightmares III – Una nueva historia que se aleja de sus primeras entregas

El terror y la oscuridad regresan, aunque no estarás solo para experimentarlo

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Hace algunos años vimos nacer una serie que nos sorprendió a más de uno, comenzando con su estilo artístico y pasando por unos personajes memorables. Además, contaba con una narrativa muy oscura y aterradora, enmarcada en un mundo surrealista.

Little Nightmares llegó en 2017 y dejó a más de uno con gratas sensaciones. En ese entonces, los responsables fueron Tarsier Studios, que hicieron un pacto con Bandai Namco para desarrollar las dos primeras entregas de la serie, aunque perdieron los derechos de su obra ante el gigante nipón.

Las esperanzas parecían diluidas respecto a ver una tercera entrega, pero todo esto cambió gracias a que Bandai Namco acudió a Supermassive Games, quienes son los encargados de traernos la nueva secuela: Little Nightmares III.

Apartado técnico

Si algo tiene esta serie, es la capacidad de contarnos parte de su narrativa por medio de sus visuales y ese diseño artístico tan característico. Es decir, estaremos ante un ambiente completamente decadente y oscuro la mayor parte del tiempo, conservando la esencia de las dos primeras entregas.

No se ha perdido esa esencia de la saga y, a pesar del cambio de equipo a cargo del proyecto, se puede apreciar que se respetó lo que solían ofrecernos previamente. Una de las cualidades del título viene con el aprovechamiento de las tecnologías actuales, elevando su propuesta audiovisual.

Dos nuevos personajes son los encargados de acompañarnos en la aventura, y lucen geniales y muy bien detallados. Pero no podemos dejar de lado cada escenario que se nos presenta, siendo más decadente que el anterior y mostrándonos una cruda realidad.

Además, los enemigos y los jefes siguen ofreciéndonos sus altas dosis de terror y misterio. No es un mundo colorido; es un universo carente de alegría, y eso es lo que representa parte de la identidad de Little Nightmares, algo que se ha conservado completamente.

En lo sonoro, no defrauda. Encontramos esas melodías angustiantes y esos toques de ansiedad y soledad que acompañan cada momento. No está de más decir que su doblaje al español cumple, al menos en lo que respecta a comunicarnos ciertas instrucciones. Recordemos que los personajes no hablan como tal, manteniendo así la atmósfera de misterio.

Como siempre suelo destacar, el juego cuenta con Xbox Play Anywhere, lo que quiere decir que podrás jugar en PC o en Xbox continuando con tu progreso en el sistema que prefieras. Esto es un aliciente sustancial para nosotros, los jugadores. En mi caso, jugué en ambas plataformas y cumple maravillosamente, sin problemas técnicos.

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Jugabilidad

Una nueva historia nos coloca por delante con un par de personajes diferentes. Ya no estarán Mono o Six; ahora contamos con nueva sangre en el linaje de esta serie, que, si bien pueda parecer contradictorio, creemos que el giro era esperado luego de ese cierre en su segunda entrega.

Aquí seremos Low y Alone, un dúo que no puede separarse el uno del otro, y esto da pie para que se desarrolle el cooperativo del juego, ya que puedes ser uno de ellos, teniendo un acompañante en tu aventura. Aunque, desafortunadamente, solo podrás jugar en línea y no de manera local con otra persona. Por fortuna el juego cuenta con pase de amigo, aunque es algo bueno, solamente podrás compartir con otra persona en el mismo ecosistema, es decir, no tiene crossplay entre otras plataformas, esto hubiese sido algo genial.

En mi caso, experimenté el juego en solitario, eligiendo a Low, que posee un arco con apuntado automático y que será una herramienta para deshacerte de enemigos o activar interruptores, siendo de utilidad en diferentes tipos de momentos.

Por otro lado, Alone es una niña que lleva una llave inglesa en su espalda, la cual será de utilidad para romper paredes, bloques y todo tipo de obstáculos en los que se requiera su uso. Ella será nuestro complemento, y entre ambos personajes sustentan lo que ocurre en pantalla.

Algo que comprendí al comenzar mi partida es que ese personaje que está a tu lado será tu ayuda y te facilitará el poder avanzar. En algunos casos se hacía evidente, al estar perdido, que el otro protagonista se quedaba mirando o apuntando hacia algo, dándote a entender que ese era el camino. Esto no es de mi agrado, ya que te aleja de explorar más o de ir por tu cuenta sin tener una guía.

Low y Alone se necesitan el uno al otro. Habrá cajas y retos que no se pueden superar solos, y es necesario que ambos actúen. Esto le añade una nueva capa de profundidad al juego, sin llegar a ser demasiado compleja. Además, contaremos con otro tipo de artefactos para poder avanzar en los niveles.

Cada escenario es un gran puzle que necesita resolverse para poder seguir adelante, aunque todo está adornado con una exquisita ambientación. Y nada sería igual sin los coleccionables, que se descubren en rincones ocultos y alejados del camino principal, por lo que será necesario algo de exploración para encontrarlos.

Los entornos tienen trampas o te conducen a ellas, acompañadas de enemigos menores de los que deberás deshacerte o escapar. Aunque, como sucede en otras entregas, tendremos a los jefes de cada capítulo, que nos acecharán y tendrán su cierre con nosotros.

El juego cumple con lo que tiene para ofrecernos. Se siente continuista, y es obvio, ya que se apostó por lo seguro, teniendo en cuenta que no fueron sus creadores originales quienes estuvieron a cargo. Dicho lo anterior, no es un juego terrible; tal vez los fans tenían las expectativas muy altas y se han decepcionado.

Estoy de acuerdo en que el juego se disfruta mucho, entretiene y te atrapa. Es encantador y, a pesar de sus fallos, es agradable pasar un rato jugando en este mundo perturbado, que posee buenas dosis de terror. Es una experiencia que no debes dejar pasar, eso sí, si le perdonas esas cosas de las que carece.

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Duración

Vaya que, a pesar de tener un juego bastante entretenido y que te mantiene enganchado durante las horas que ofrece, se nos ha hecho bastante corto. Entre 4 y 6 horas para terminarlo, eso sin recoger todo lo que tiene para ofrecernos.

Ten en cuenta que el juego se mantiene fiel en este aspecto si lo comparamos con entregas previas; dura lo suficiente como para terminarlo en una sesión. Claro que también hay objetos y cosillas que nos dejamos en el camino. Como sea, queda un sabor agridulce, queriendo continuar con nuestra aventura.

Por otro lado, el juego tiene rejugabilidad si quieres ir con un amigo o compañero, aunque ten en cuenta que esto solo es de manera online, y eso corta un poco esas ganas de sentarte con tus hijos, pareja o algún acompañante. Como sea, en este apartado el juego quedó a deber.

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Conclusión

Una tercera entrega que me ha encantado, así como sucedió con los dos primeros juegos. Se mantiene ese ambiente tenso, cargado de emociones y al mismo tiempo lúgubre. Lo sé, tal vez se haya perdido un poco lo que lograron sus creadores, pero no por ello puedo decir que sea un mal juego; al contrario, la he pasado en grande.

Hay decisiones que le pasan factura al juego, como el hecho del cooperativo, que solo está disponible de manera online, y que no haya crossplay con otras plataformas. Además, contamos con un personaje que nos facilita en cierta medida las cosas durante nuestra partida.

Sin embargo, se aprovechan en lo técnico las nuevas consolas para que el título luzca muy bien, además de que tiene el sello Xbox Play Anywhere, y ya sabes lo que eso significa. Colocando todo en una balanza, puedo decirte que es una grata experiencia y que vale la pena continuar con la serie a pesar de sus cambios. Un juego recomendable dentro del catálogo de Xbox.

Agradecemos a Bandai Namco  por el material ofrecido para poder realizar este análisis.